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“Unidos por una cultura”

El viaje sin retorno…

No cabe duda, que de la mirada del viajero emana una especie de melancolía secreta que resguarda lo que ha dejado atrás; esa mítica mirada a su vez conlleva también cierta avaricia inexplicable reflejo de las vivencias que su mente y alma archivan recelosamente. Los viajes siempre traen tesoros. Tesoros casi siempre intangibles, que terminan por convertirse en lo más preciado y autentico, desplazando incluso a las riquezas más cuantiosas y tangibles.

El espíritu de los viajeros no conoce fronteras y su premisa es la vivencia a plenitud bajo un libre albedrío mágico y fortuito. El viajero es un ser universal y cosmopolita; sus raíces las tiene sembradas a lo ancho y largo de todo el planeta, sin distinción ni discriminación, es un habitante ilimitado que se interesa en conocer y descubrir a los demás, pero sobre todo es capaz de llenarse de soledad para hurgar en sí mismo. Un viajero es un poeta que recita tradiciones, alegrías, miedos y virtudes. Es naturalmente un enamorado del mundo. Un viajero es un artista.

Pensar en viajeros y en arte, es pensar en Travesía.

Una quimera construida por colombianos, mexicanos y venezolanos, que tiene la esperanza de crear una bitácora llena de crónicas de viajes inolvidables, que hablen de la evolución, continuidad y maduración de los trabajos de muchos viajeros-artistas, de sus sensibilidades y sobre todo de los talentos que nacen y emprenden vuelo, con la inquietud de expandirse y llevar sus enfoques al mundo, con la única y firme convicción de traspasar sus propios límites y fronteras y que en ese arduo y dificultoso camino se dan cuenta que ya no pertenecen a una sola región sino al mundo entero.

Carolina Sanz – Jorge Valdes

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